ISO

¿Qué es un sistema de gestión ISO? 

Un sistema de gestión es una herramienta que permite controlar, planificar, organizar y, hasta cierto punto, automatizar las tareas de una empresa. Su objetivo es unificar en un único modelo de gestión, todas las operaciones de la compañía con el fin de facilitar la toma de decisiones y el análisis de los datos.

¿Por qué debería tener un sistema de gestión ISO? 

Automatiza buena parte de los procesos de la compañía, cosa que permite reducir los errores humanos y los costes del trabajo manual.

Permite acceder a la información de una forma mucho más ágil y sencilla. Además, facilita la toma de decisiones empresariales gracias a herramientas de analítica, ya que los datos están unificados en un único sistema.

Da acceso a información actualizada, en tiempo real y centralizada, lo que hace posible obtenerla o consultarla desde cualquier dispositivo, en cualquier lugar y con varios accesos simultáneos al mismo tiempo por parte de diferentes usuarios.

Mejora la productividad y el uso del tiempo de los empleados. Las tareas de gestión y administración quedan automatizadas, lo que optimiza la productividad de la plantilla.

Se adapta a las necesidades de cada empresa, por lo que se consigue una mayor eficiencia y, sobre todo, que el sistema de gestión responda perfectamente a las demandas concretas de la compañía.

Algunas empresas privadas y la administración pública pueden exigir y/o valorar positivamente la implantación de la ISO, además de ser una certificación que revaloriza la imagen de la empresa.

¿Qué tipos de sistemas de gestión ISO podemos implantar?

Actualmente podemos implantar los sistemas de gestión empresarial basados en la calidad, medio ambiente o seguridad laboral, incluyendo normativas internacionales específicas basadas en Compliance, así como la normativa referente a inocuidad alimentaria para exportación y la seguridad de la información, entre otros.

¿Cuáles son las ventajas de una ISO?

Automatiza buena parte de los procesos de la compañía, cosa que permite reducir los errores humanos y los costes del trabajo manual.

Permite acceder a la información de una forma mucho más ágil y sencilla. Además, facilita la toma de decisiones empresariales gracias a herramientas de analítica, ya que los datos están unificados en un único sistema.

Da acceso a información actualizada, en tiempo real y centralizada, lo que hace posible obtenerla o consultarla desde cualquier dispositivo, en cualquier lugar y con varios accesos simultáneos al mismo tiempo por parte de diferentes usuarios.

Mejora la productividad y el uso del tiempo de los empleados. Las tareas de gestión y administración quedan automatizadas, lo que mejora el uso del tiempo de los empleados y permite que se puedan dedicar a tareas más productivas.

Se adapta a las necesidades de cada empresa, por lo que se consigue una mayor eficiencia y, sobre todo, que el sistema de gestión responda perfectamente a las demandas concretas de la compañía.

Algunas empresas privadas y la administración pública pueden exigir y/o valorar positivamente la implantación de la ISO, además de ser una certificación que revaloriza la imagen de la empresa.